—Esteban, tengo noticias sobre Dante —Kane corrió hacia la oficina del Alfa y casi tropieza.
—¿Cuándo vas a madurar, Kane? —Alfa Esteban le regañó—. Deberías saber que ya no eres un niño.
—Lo siento, Alfa —se disculpó, inclinando la cabeza.
—¿Qué noticias tienes de Dante, otra vez? ¿Qué ha hecho esta vez? —Alfa Esteban lo miró sin interés.
Parecía cansado mientras miraba a Kane. Aparte de su torpeza, habría sido un buen hijo para él y un mejor Alfa que Dante.
Rápidamente borró el pensamiento de su mente y miró a Kane.
—¿Cuál es la noticia, Kane? —preguntó, sentándose derecho y mirándolo severamente.
—Dante ha encontrado una compañera —respondió, sonriendo al decirlo.
Alfa Esteban se levantó en shock:
— ¿Qué acabas de decir? ¿Quién ha encontrado una compañera? —Se puso frente a Kane y le sujetó los hombros firmemente, con una mueca. ¿Habría oído bien? Este pensamiento cruzó por su mente mientras esperaba que Kane realmente confirmara lo que acababa de decir.