—Haz que alguien la escolte al barco y adviértele que si no se marcha en él, estarán en el próximo barco con ella. No quiero verla presente otro día más —Zayne le dijo a Finn.
Finn sonrió, deseando entrar en la habitación para ver a Lucy arrepentida de sus acciones. Era bastante impresionante lo mucho que estaba cayendo solo por creer en una lista. —Lo haré ahora mismo.
—¿Ha venido alguien a las puertas para verme? —preguntó Zayne.
—Creo que sí —respondió Finn, recordando que había algo de ruido más temprano—. Alguien sigue pasando por las puertas y parece que pensamos que no lo encontraríamos sospechoso. ¿Quieres que me encargue de ellos? Podría ser cosa del rey.
—No es el rey. La próxima vez que un hombre llamado Graham llegue aquí, déjalo entrar rápidamente y tráelo ante mí. ¿Dónde está la respuesta del rey? —preguntó Zayne, necesitando algo con qué distraerse por ahora.