—La mirada sorprendida de Sasha se detuvo en la mano de Miguel antes de que ella balbuceara —Has vuelto.
—Respondí desganadamente —Sí, hemos vuelto.
—Miguel miró a Sasha con severidad y dijo —Estás involucrada en esto. Solo espera.
—Sasha dijo —No es mi culpa. Le dije que no huyera.
—Ya no quería implicar a personas inocentes —No es culpa de Sasha. Yo quería irme a casa.
—¿Cómo te atreves a decir eso? —Miguel me gritó y me arrastró escaleras arriba.
—Sasha no pudo soportarlo más. Dio un paso adelante y dijo —Miguel, no seas tan fiero. No es para tanto. Además, Cecilia quiere irse a casa. ¿Es necesario llegar a tanto? No seas tan estricto con ella. Entonces todos estarían descontentos.
—Las palabras de Sasha me llegaron al corazón. Le sonreí agradecidamente.
—Sasha respondió con una sonrisa.