—Shi Ling soltó desdeñosamente una burla, mirando a Qin Jiang —dijo—. Niño, tu Fuerza Interna ya está agotada, y aún así sigues obstinadamente aferrado. ¿Realmente es necesario esto?
—Ser capaz de resistir a dos prodigios ya es todo un logro para ti, pero caer en mis manos es un honor para ti.
—¡Corta el rollo, peleemos! —Qin Jiang bufó—. ¿Siempre disfrutan de dar discursos delante de mí en el momento en que comienzan una pelea?
—¡Tonto obstinado! —Shi Ling gritó fríamente y lanzó directamente un golpe de palma hacia Qin Jiang.
La fuerza de esta palma hizo que el mismo aire se retorciera, como si quisiera aplastar completamente a Qin Jiang bajo su poder.
Qin Jiang no tenía prisa por contraatacar; en cambio, usó las agujas de plata en su mano, perforando su propio pecho, brazos y corona...
¡Aguja Misteriosa Transformadora de Sangre!
A pesar de que su Qi Verdadero estaba bastante agotado, Qin Jiang no dudó en utilizar de nuevo esta aterradora Técnica Secreta.