Después de un par de minutos, Sophie retrocedió lentamente de Leland para mirarlo a los ojos. Tomó una respiración profunda y calmante para poder hablarle sin tropezar con sus palabras o llorar de nuevo.
—Leland, ¿puedes explicarme qué... ¿Qué pasó antes de que me desmayara? —Sophie miró a Leland profundamente y su voz sonó tan débil cuando habló.
Sin embargo, decidió que necesitaba entender todo, para poder hacer su duelo correctamente. Señaló hacia la ventana. —No recuerdo que hubiéramos planeado hacer un viaje corto o algo por el estilo. ¿Dónde estamos?
Leland acarició suavemente el cabello de su compañera y supo que necesitaba explicar la situación con calma. El Alfa tomó esa decisión de dejar Riga cuando se dio cuenta del peligro. Con Sophie inconsciente en ese entonces, él no le pidió su opinión sobre esto, pero normalmente, lo habría discutido con su Luna.
—¿Qué recuerdas? —preguntó Leland—. Yo te ayudaré con los detalles.