Los oídos de Lana casi estallaron cuando Liam le pidió que no armara un escándalo dentro del restaurante.
—Cálmate Lana y por favor confía en mí por ahora, sea lo que sea que esté haciendo… Por favor, solo aguanta por el momento —Liam susurró apresuradamente mientras salían de la puerta.
Ella sacó su brazo del de él y siseó:
—¿Qué está pasando?
Liam se masajeó la nuca y susurró:
—Estoy trabajando ahora mismo. ¿Puedes ir a otro restaurante, por favor?
Lana podía sentir que algo andaba mal. Liam se estaba masajeando la nuca, solo hacía eso cuando estaba incómodo y mintiendo.
Pronto, un hombre se le acercó y dijo:
—Abogado Sy, el jefe lo espera adentro.
Liam quería golpear al hombre de Yun que se le acercó, pero se controló. No podía soportar ver las expresiones sombrías y ansiosas de Lana, pero necesitaba hacer esto porque los ojos de Yun estaban en todas partes.