—Mmm mmm, ja ja; tranquila nena, ¡no me voy a ningún lado! —dijo él.
—¿Cómo quieres que me calme si hoy te vas? —preguntó ella.
El hombre gimió contra los labios de Michelle mientras la besaba camino a la cama.
—Ja ja, ¡eres tan mezquina! Bien, apúrate antes de que alguien entre, ¿cerraste la puerta con llave? —preguntó él.
Ella preguntó y él asintió rápidamente mientras alzaba su vestido hacia arriba.
…
Tiana se quedó congelada, el vello de su cuerpo se erizó cuando vio la escena desplegarse frente a ella. Lentamente, cerró la puerta de nuevo y respiró agitadamente, con los ojos aún muy abiertos, dándose cuenta de que no podía borrar de su vista lo que acababa de ver.
Reconoció a las dos personas; la mujer era indudablemente Michelle; pero el hombre con ella, Tiana se llevó la mano a los labios cuando se dio cuenta de que la familia no era tan simple como parecía.
—¿Cómo podía Michelle estar teniendo un lío con su cuñado? —se preguntó.