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Zheng Youcai estaba claramente en un aprieto, pero aun así mantenía su honestidad. Esto hacía que Shen Hanxing lo apreciara aún más. Su favorabilidad inicial del 30% hacia él aumentó al 50%, mientras que el restante 50% dependía de su guion.
—Si tú quieres invertir en este señor, yo invertiré contigo —dijo Wang Qin como una pequeña fan de Shen Hanxing. La seguía sin dudarlo—. No te preocupes, no nos falta dinero.
—Señorita Shen —Wu Yu apretó los dientes de celos. Su expresión estaba un poco retorcida—. Eres joven, así que es posible que no sepas mucho sobre esta industria. La película de Zheng Youcai no tiene atractivo en el mercado. Es un desperdicio de dinero que inviertas en él. Si quieres involucrarte en esta industria, ¿por qué no miras las mías? Puedo garantizar que mis películas venderán, y sus costos no son altos...
—¿Me estás enseñando cómo hacer las cosas? —interrumpió Shen Hanxing a Wu Yu en su continua auto-recomendación, y había un atisbo de frialdad en sus ojos.