—Estoy aquí —respondió Zhuang Hua con dulzura.
—Zhuang Hua, te lo ruego. Tú te llevas mejor con Xia Zhe, ¿verdad? Así que por favor ayúdame a hablar con él. Realmente no puedo dejarlo. ¡Él claramente acordó casarse conmigo! —Los ojos de Zheng Yuan estaban llenos de anticipación y súplica. Sus manos temblaban mientras se aferraba a Zhuang Hua, temiendo que él no accediera a ayudarla.
La dulzura en los ojos de Zhuang Hua se transformó en lástima y dolor. No esperaba que Zheng Yuan llegara a tales extremos por Xia Zhe. Desde joven, siempre había podido obtener lo que quería y había tenido un camino fácil en la vida. Ahora, estaba rogándole que le ayudara a retener a Xia Zhe.
Zhuang Hua no sabía qué decir. Por un lado estaba un hermano con el que había crecido y pasado por todo tipo de situaciones. Por otro lado estaba una amiga de la infancia cercana. Ambos eran importantes para él y era una decisión difícil. Zhuang Hua frunció el ceño y no sabía qué hacer.