Qiao Mei echó un vistazo de reojo a Zhang Cong. Parecía que todavía no había aprendido la lección, ya que todavía se atrevía a tomar la iniciativa de hablar con ella.
—¿Tu hermana menor? ¿Quién? —Qiao Mei rodó los ojos y dijo.
—Eres la hija de Li Gui, así que por supuesto somos hermanos, jajaja... —dijo Zhang Cong incómodamente.
—Deja de intentar reclamar ser mi pariente. ¿No te duele suficiente la pierna? —dijo Qiao Mei.
—... —En este punto, Zhang Cong ya no se atrevía a hablar con Qiao Mei. No había sido fácil para él recuperarse de su lesión en la pierna y se iba a casar en unos días. Sería una broma si se casara cojeando y con la cara contusionada.