"¿Listos? Vámonos. Seguro que habrá mucha prensa y paparazzi, como siempre. Reiner te vigilará, pero también he preparado un equipo de guardaespaldas. Así que no te preocupes", me explicó Zak mientras entraba en mi camerino, donde yo le esperaba sentada en el sofá.
"No me preocupa", respondí con una sonrisa.
"Vamos a disfrutar. Me alegro de tenerte como mi cita esta noche", me susurró Zak al oído con ambas manos sobre mis hombros desnudos. Su sonrisa era encantadora.
"Seguro que sí", le dije mientras sonreía a su atractivo rostro.
"Reiner, ¿puedes reunirte con el equipo de seguridad abajo? El jefe del equipo quiere hacer una reunión informativa de última hora", le dijo Zak a Reiner con indiferencia. Con una reverencia y una leve mirada en mi dirección, Reiner salió por la puerta. Zak y yo nos quedamos solos.
"Por fin estamos solos" dijo Zak con un suave suspiro antes de alcanzar la puerta y cerrarla.
"¿Zak...?" Lo llamé interrogativamente. ¿Qué planea hacer?