** Harper **
Si Harper pudiera hacer realidad cualquier deseo, sería que la magia de este fin de semana durara un poco más. No podía tener suficiente de aquel encantador momento en el parque, o aquellos delicados besos que parecían casi demasiado idílicos para ser reales. O el resto de la noche que siguió después de que regresaron a casa, que guió la inocente pureza de esa cita casta en una dirección completamente opuesta que dejó su mente nublada de felicidad.
Pero, como cualquier otro fin de semana, los buenos momentos siempre pasan más rápido de lo que uno desearía. Casi demasiado rápidamente, el lunes ya se asomaba en el horizonte, y antes de darse cuenta, tenía que regresar al campo de batalla que era la oficina, dejando atrás todos esos dulces sueños.
Eso estaba bien. Siempre estaba el próximo fin de semana, una vez que se ocupara de este monumental plazo.