Kate se quedó paralizada en el sitio mientras miraba al vacío por un momento. Sacudió la cabeza como si no hubiera escuchado correctamente. No, no hay forma de que su padre haya despertado, no puede despertar. No puede exponerla.
—¿Qué dijiste? —preguntó al médico y Nari, que había estado llorando hasta ese momento, se volvió para mirarla.
—Dije que tu padre acaba de despertar esta tarde. Aunque aún no ha dicho nada, quizás hable cuando te vea —el médico respondió con entusiasmo, sin darse cuenta de su cambio de actitud.
—¿Está todo bien? —Nari se dirigió a su madre, al mismo tiempo, el asistente de Kate se acercó a ella y se sentó a su lado. Tenía una noticia urgente que contarle. Algo que querría tomar en consideración.
—¿Le dijiste a alguien más al respecto? —preguntó. Nadie tiene que saber que incluso despertó para que ella pueda llevar a cabo su plan de matarlo. De ninguna manera dejará que el general lo exponga. Preferiría matarlo y acabar con ella misma al final.