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Nari recogió su palo de fregar y soltó una carcajada tan fuerte en el momento en que Paul salió del pasillo. Miró a las chicas que la fulminaban con la mirada —Cómo giran las mesas —se burló cruzando los brazos sobre su pecho.
—Podría salvarlas a ustedes y sus trabajos, pero necesito un favor de todas ustedes —dijo.
Después del trabajo, Nari salió del edificio para darse cuenta de que Mack la había dejado sola una vez más para que se fuera por su cuenta. Suspiró y caminó un poco más hasta que un coche se detuvo justo delante de ella.
Se quedó allí parada preguntándose quién sería el que había parado por ella. Cuando bajaron la ventanilla, sus ojos se abrieron de par en par. ¿Tía Kathy?
—¿T... Tía Kathy? —Nari llamó, sus ojos todavía muy abiertos de la sorpresa. Kathy había estado conduciendo por allí, había estado aquí desde el mediodía preguntándose si podría ver a su sobrina o incluso a Noah, pero no lo hizo.