Chapitre 7: Rumbo a maravillas
Las risas resonaban por el pasillo, la gente se movía de un lugar a otro por la noche.
-Buena noche, altezas. -Una mujer con cobijas en brazos, saludo y despidió.
-Buena noche, Sofía. -Neil respondió mientras veía a la mujer irse.
-¿Te sabes el nombre de todos?
-Solo de algunos, la mayoría porque salía con Acalia a robar panecillos y causar travesuras.
Zack rio -¿Tú, causando travesuras?
- Es difícil de creer, pero sí. -Neil suspiró guardando un segundo de silencio -. ¿Estás nervioso?
-¿Por mañana? Claro que sí
-Pero tú siempre salias de misiones, ¿no te acostumbras a eso?
-Es imposible acostumbrarse a eso. Cada vez que sales es un riesgo más cuando una bruja loca tiene los ojos puestos en ti. -Zack se mordió el labio.
-Lo entiendo, sé que es difícil, pero verás que podremos lograrlo. Terminaremos con ella y podrás ser libre nuevamente.
-Eso espero Neil. -Zack reaccionó tristemente. Ambos caminaron, Neil dejo a Zack en su habitación, posterior a eso volvió a su habitación, descansar era un momento crucial para la salida del día de mañana. Pero ninguno de los dos podía descansar, el pensamiento de un sentimiento acogedor crecía en su interior. Hacía que el corazón se acelerara y mariposas se sentían en el estómago.
El sol salió y era la hora de partir rumbo a maravillas
Era algo muy emociónate y aterrador al mismo tiempo, los caballos estaban listos para la partida con todo lo que iban a necesitar. Los padres salieron y esperaron a los tres jóvenes aventureros. La ropa que los tres llevaban era ligera y abrigadora. Los hijos se despidieron de sus padres con mucha dificultad, el abrazo parecía querer durar mucho más tiempo de lo que esperaban. Tras las despedidas y los agradecimientos, los tres jóvenes cabalgaron derecho, hacia el claro que marcaba la vuelta a maravillas. Durante el transcurso pararon dos veces, el día no les rendía para hacer el viaje en uno solo. La primera parada fue sencilla y muy fácil. La segunda tomo un poco más de tiempo, la tercera y la más cercana a maravillas fue la más complicada.
-¿Escucharon eso? -Acalia se levantó, tomo la espada de su hermano y camino.
-¿Creen que sean bandidos?
-Yo le voy a un terlio.
Un terlio era una criatura capaz de ocultarse a la vista humana. Era amante de la comida y robaba los alimentos a los viajeros.
Los tres estaban alerta. Neil dio un paso al frente, pero de alguna forma termino cayendo por un agujero muy estrecho. Al tocar fondo pudo escuchar ruidos arriba.
-Acalia, toma la comida y protégela.
-Debes sacar el polvo, aviéntalo y se irán.
-Las criaturas no se van, no son terlios.
Un sonido grave, como un rugido, se escuchó a los alrededores. Alguien tomo de la ropa a Neil y empezó a subirlo. Cuándo pudo ver la luz notó que no era alguien conocido quien lo ayudo. A lo lejos vio a Zack y a su hermana luchar con duendes.
-Pero si un príncipe cayó en nuestra trampa, ¡Sol! Ven a ayudarnos. - el joven frito, ayudo a reincorporar a Neil.
-Tú a mí no me mandas Raynol. Así que ahorrarte tus palabras y sigue soplando el trompo. -una chica, le lanzó a Raynol un trompo pequeño con agujero.
-Me costó una fortuna y tú lo lanzas así. -Le refuño a la chica y volvió a mirar a Neil.
-¿Quién eres? -pregunto Neil mientras observaba lo diferente que se veía. Su cabello era rubio, pero parecía que tenía ondas de color azul eléctrico, parecía estar incendiándose.
-Soy Raynol, y la chica de cabello rosa es mi hermana Sol. Caíste en una trampa que hemos hecho nosotros para esos rufianes amantes del cabello. Perdona que estuviera estrecho. Pero se adapta a las dimensiones.
-Se adapta.
-Menos platica y más pelea.
Raynol soplo el trompo y los duendes empezaron a gritar de dolor, algunos retrocedieron rápidamente y escaparon, otros se quedaron, pero al final fueron capturados. Cuatro de ellos fueron capturados y amarrados. Juntados y preparados para cargarlos y llevarlos.
-¡Raynol! ¡Sol! Me alegro tanto de verlos. -Zack se acercó y saludo
Espero que hayas logrado lo que decías.
-Lo hice, he venido con unos amigos, les presento al príncipe Neil y la princesa acalia y sonará muy loco, pero hemos venido porque nuestros cuentos fueron. Intercambiados
-Bueno, más específicamente los de nosotros.
-Así que el príncipe está destinado a quedarse con el príncipe. -Raynol se acercó a Zack
-Algo así. -Neil encogió los hombros.
-Y dígame princesa, tiene algún pretendiente su cuento -Sol se acercó a ella. -En estos tiempos uno puede escoger a quien quiere.
-Oh, no, hace varios meses terminé con mi novia.
Sol sonrió y se alejó.
-Vamos, iremos de camino a la fábrica, aunque esperemos que nos dejen entrar. Aunque debo advertirles, cuando entremos a maravillas deberán cuidarse más de lo que parece tierno y bonito. -Raynol les dio la espalda y cargo a los nomos. Zack les dijo que con ellos iban a estar seguros y que ellos ayudarían en aquel lugar.
Los cinco empezaron a caminar un buen tramo hasta que lograron llegar a maravillas. O eso era lo que Raynol y Sol decían.
Lo único que había era un pozo hecho de rocas con musgo en el interior de un bosque. Sol y Raynol se acercaron y miraron dentro del pozo.
-Debería de estar abierto. -menciono Raynol recargando su cuerpo en el pozo.
-Eso es porque hemos llegado más temprano, debería de abrirse en 3,2,1. -Tras haber terminado el conteo, una luz morada salió disparada del pozo al cielo.
-Bien, ¡vámonos! -Raynol tomo la bolsa y la aventó por el pozo -. No tengan miedo, solo deben de saltar y entrarán a maravillas. Así de fácil.
-¿Por qué debemos saltar por un pozo? -Acalia menciono confundida.
-Para entrar a maravillas no debes pensar, porque maravillas no tiene reglas- Raynol encogió los hombros y salto. Sol sonrió y saltó dentro del pozo. Los tres restantes se acercaron.
-¿Creen que esté bien? -Neil miró al cielo, la luz era infinita.
-Hay muchas puertas a maravillas, esta es la más grande. ¡Vamos! -Zack salto dentro del pozo. Acalia y Neil se miraron, ambos negaron, Acalia salto dentro del pozo, Neil observo hacia atrás, su corazón extrañaría el mundo que ahora debe de abandonar.
Tras admirar el paisaje, Neil salto dentro del pozo.
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