*Kenna*
Los miré a los tres mientras salían del auto. Ni en un millón de años hubiera esperado que aparecieran en la casa de mi padre a buscarme. El sonido de la puerta del coche cerrándose me sacó de mi estupor. Corrí hacia ellos y salté sobre Reid, envolviendo mis brazos y piernas alrededor de él. Él se rió y me abrazó con fuerza.
"Hola, cariño", dijo entre risas.
La calidez calmante que se extendió a través de mí ante su toque me hizo querer llorar de alivio.
Pude ver a Matt por encima del hombro, mirándonos con impaciencia. Lo alcancé por encima del hombro de Reid. Matt se rió entre dientes y dio un paso adelante para besarme. Lo agarré por el hombro y me aferré a él, atrayéndolo en un incómodo abrazo grupal.
"¿Supongo que nos extrañaste, princesa?" preguntó.
“No tienes idea”, dije.
Mi voz fue amortiguada por la camisa de Matt, pero no solté mi agarre. Matt simplemente se acercó para que yo pudiera abrazarlo más firmemente a él y a Reid.