Lentamente cae la tarde. Por suerte parece que el día va a acabar siendo tranquilo.
Entonces suena mi teléfono, el sonido me quita las falsas esperanzas de tranquilidad.
"¿Hola?" Digo mientras respondo, sin mirar la pantalla.
"¿Qué haces esta noche?" Rose pregunta al otro lado de la línea.
Su tono es especial. La conozco bien. Obviamente está planeando algo.
"¡No sé! Probablemente pasaré la noche con Levi”, respondo.
Estoy realmente cansado. Lo único que quiero hacer es dormir. Los últimos días han sido un tiovivo sin frenos. Pero sé que Rose no me dejará escapar tan fácilmente.
“Bueno, es hora de que conozca a este nuevo hombre tuyo. Voy a dar una fiesta en tu honor.
“Una fiesta…” repito con incredulidad. Me levanto en la cama, mientras estaba acostado tratando de tomar una siesta. Mis ojos se abren como platos. “Rose, no hay necesidad de eso. Realmente queremos estar solos”.