Este honor debería haberle pertenecido, ese foco de atención debería haber sido suyo. Pero ahora había sido robado por un joven desconocido que apareció a mitad de camino. ¿Cómo podría estar contento con ello? Todos deberían saber que él, Luo Yunhu, era el genio número uno de la Secta del Dragón Negro y el élite en el que se estaban centrando para cultivar.
¿Cómo podría perder ante un forastero con un nivel de cultivación mucho menor al suyo y que nunca había siquiera pisado la Isla Desesperada?
Esto no solo asestó un gran golpe al ánimo de Luo Yunhu, sino que también lo llenó de profunda envidia.
¡Tales personas no deberían existir!
Los ojos de Luo Yunhu estaban inyectados en sangre y nadie sabía lo que estaba pensando.
Por otro lado, los logros de Yang Chen habían capturado completamente la atención de todos.
La manera en que todos los genios miraban a Yang Chen había cambiado.