A pesar de estar confundida, inmediatamente contestó el teléfono cuando vio el nombre de Tristan en la pantalla.
—Bella, ¿podemos hablar? Espero no estar interrumpiendo nada —pregunta Tristan, preocupado de que ella esté en medio de una reunión.
—Eres muy afortunado con tu tiempo. Habrías interrumpido mi reunión si hubieras llamado hace cinco minutos. ¿Qué sucede?
—¿De verdad? Gracias a Dios por eso. Sí, es sobre esta tarde. No creo que pueda acompañarte a casa, Bella. Lo siento mucho por eso. Tengo una reunión de último minuto y no puedo posponerla... —dijo él apenado. Bella podía sentir el tono sincero de Tristan.
—Pero no te preocupes. Enviaré mi coche y a mi conductor para que te recojan. Pero, Bella, necesito tu ayuda con algo... ¿Te importaría decirle algo bonito a nuestro hijo sobre mi ausencia en su prueba de piano? —dijo Tristan.
Él iría a casa con ella si pudiera posponer esta reunión repentina para mañana. Sin embargo, esta vez, no pudo evitarlo.