Eve Thompson sacó su teléfono y, al cabo de un rato, notó que el sistema estaba siendo atacado. Desbloqueó el firewall, permitiendo que algo entrara en su teléfono.
Mientras hubiera una conexión a red, Carlos podría abrirse camino.
Ante esta situación, Anthony Charlie suspiró:
—¿Lo has pensado bien?
Eve sacudió la cabeza:
—Todavía no, pero esto es el fruto del duro trabajo de mi abuelo, así como el sueño de todos nuestros investigadores.
Desde niña, ella había tenido un sueño.
Estudiar informática no era solo para convertirse en hacker.
Estar sola en el extranjero, siempre había querido un robot inteligente tipo compañero, especialmente porque Carlos, aunque tímido, era un poco lindo, y no podía soportar destruirlo.
Así que, decidió llevarlo a casa primero.
Anthony respetaba sus pensamientos, su mirada se profundizó:
—Ahora finalmente entiendo el significado de las palabras de mi abuela.
Eve lo miró.
Anthony habló: