Anthony Charlie se enderezó, una chispa de tensión en sus ojos:
—Habla.
El Conde Hughes explicó brevemente:
—Encontré algunas pistas anoche, mi gente está investigando, pero tendremos que esperar unos días para los detalles específicos.
Al oír las palabras "encontré algunas pistas", el ánimo de Anthony secretamente se elevó:
—¿Entonces ella no está muerta?
—Difícil de decir.
Esta fue la primera vez en estos años que Anthony sintió que la reticencia de la otra parte no era algo bueno, y tuvo que preguntar de nuevo:
—Entonces, ¿qué es?
—Comprobando, cinco días.
El Conde Hughes era confiable en su trabajo; si decía cinco días, significaba que definitivamente habría un resultado en cinco días.
Había estado esperando seis años, así que unos días más no importaban.
Anthony se relajó:
—¿Por qué llamar si no hay respuesta?
—Bueno —El Conde Hughes abrió la boca—. ¿Cómo está ella?
Anthony preguntó a propósito:
—¿Quién?
—Ella.
—¿Quién es ella?
—...Violeta.