Anthony Charlie parecía arraigado al suelo, congelado donde se encontraba.
Observaba su figura alejarse. La vio entrar a una habitación privada con ese hombre, luego cerró la puerta detrás de ellos.
No pudo ver bien su rostro, pero esa silueta era inconfundible. Incluso cuando la chica entraba en la habitación privada, giró ligeramente su cuerpo, revelando su firma: la marca de nacimiento.
Finalmente hubo alguna emoción en los ojos de otro modo vacíos de Anthony. Su corazón se llenó con un leve dolor, algo que no podía entender del todo...
Pero sabía que fue él quien le hizo a Faith transmitir un mensaje a ella. Fue él quien usó un contrato para borrar la deuda entre ellos, dejando muy claro que debían ser extraños a partir de ese momento.
—Señor Charlie, ¿qué sucede? —preguntó ella.
Tras él, Faith no vio a Eve. Estaba confundida al ver cómo él se detuvo de repente en su camino.