Al ver la fotografía que obviamente tenía la familia de Nial, la mujer velada se sintió confundida. Miró a Nial durante unos segundos antes de que su cabeza se girara hacia la versión más joven de Nial en la imagen.
—Perdió su sonrisa —se dio cuenta de inmediato. Sin embargo, poco después, la mujer velada miró la fotografía de la joven mujer a la que él señalaba.
No había muchas similitudes entre Nial y la mujer, pero se podía decir que eran hermanos.
—¿La conoces? —Nial repitió, notando que la mujer velada aún no había dicho nada.
Su corazón latía desenfrenadamente, y sabía que era muy arriesgado mostrar una foto de él y su familia a un completo desconocido.
Después de todo, su familia había sido secuestrada, y si la organización de las Puertas del Cielo llegara a descubrir que él estaba buscándolos, podrían hacerle algo.
Nial no podía estar seguro de ello, pero definitivamente era mejor actuar con cautela.