—¡Feliz año nuevo a todos! —exclamó con júbilo.
Porque había estado esperando estar a solas con Saya desde hacía bastante tiempo, Leonel pensó que estaba listo para sondearla. Sin embargo, al ver la mirada complacida en el rostro de Saya, se quedó perplejo y no supo qué pregunta hacerle.
Si lo pensaba bien, ni siquiera tenía una sola idea del panorama completo. Tal vez debería empezar por ahí.
—Entonces, Saya —comenzó Leonel, y antes de que pudiera terminar sus palabras, Saya ya había respondido a su primera pregunta.
—Si vas a preguntar cómo Ren y yo nos juntamos, entonces deberías preguntarle a Ren sobre eso.
—... —Leonel forzó una sonrisa—. ¿Cómo supiste lo que iba a decir?
—Te conozco desde la escuela secundaria, Leo. Y además, ya vi las docenas de mensajes que me enviaste, preguntando sobre lo mismo... en efecto, ¿cómo no iba a saber lo que ibas a preguntar? —Saya rodó los ojos manteniendo su sonrisa.