Había muchas cosas en la mente de Ren mientras observaba el fiasco, pero un dicho sobresalía del resto.
—Uno no necesitaba temer a un oponente divino, pero siempre se debe tener cuidado con compañeros de equipo parecidos a cerdos.
Y ese dicho era tan preciso en su predicamento actual mientras miraba al grupo de Silvia luchar contra un solo Can Cerbero.
Se sentía como si fuera la primera vez que las chicas trabajaban en equipo, y Ren incluso bajó sus expectativas, pero aun así quedó decepcionado con lo que vio.
Entre el grupo, aparte de Roberto, Jack y Vida, que estaban parados a un lado, disfrutando del espectáculo, la única que era útil era Pamela. Ella era la única entre el Fénix Dorado que actuaba de acuerdo a su clase tomando en cuenta su posición.
Había tres Magos Blancos en el grupo, sin contar a Vida, pero solo Pamela estaba curando a Nikolai, y el resto lanzaban cualquier hechizo que tuvieran al Can Cerbero sin tener en cuenta su posición.