```
—Toma, bebe esto.
Roy recogió un vaso de cobre, lleno hasta el borde con un líquido negro y turbio, y se lo pasó a Aydin.
Un olor penetrante emanaba de él e hizo que los ojos de Aydin escocieran.
Las esquinas de sus ojos se pusieron rojas y frunció el ceño.
No quería nada más que lavarse las manos de eso y tirarlo a la basura junto con su creador.
—Y esto.
Ignorando su expresión de conflicto, Roy también le dio un núcleo de mana.
—Consúmelos.
Luego, le hizo un gesto a Aydin para que se los tomara simultáneamente.
—¿Estás seguro de que quieres que me beba esto primero y luego me coma eso? —Aydin miraba a Roy con escepticismo.
Le resultaba difícil creer que Roy le estaba pidiendo que se suicidara.
Es un hecho conocido que los elfos son más sensibles a las impurezas que los humanos.
Incluso hay registros de ellos muriendo después de introducir 100 mg de impurezas en sus cuerpos.