—La Diosa de la Vida se sorprendió al encontrar a Gabriel frente a sus ojos. Él no parecía un No muerto. Más bien, simplemente parecía un joven que dormía plácidamente.
A diferencia de Karyk, su cuerpo no estaba cubierto con los oscuros patrones de la Muerte. En cambio, solo tenía una marca en el dorso de su mano izquierda.
La Diosa se arrodilló junto a Gabriel y examinó la extraña marca en su mano, tratando de determinar su significado. Mientras la estudiaba, notó que la marca comenzó a brillar suavemente, y una sensación de calidez se esparcía en el entorno que estaba acompañada por un extraño aura.
A medida que la Marca de Luz y Oscuridad brillaba, los párpados de Gabriel titilaron. Lentamente abrió los ojos, sintiendo una oleada de energía fluyendo a través de su cuerpo. Cuando su mirada se encontró con la Diosa de la Naturaleza, se dio cuenta de que algo dentro de él había cambiado.