La oscura y aterradora aura de Lucia continuaba emanando, dejando tanto a Kaizen como a Linus algo desorientados. Era como si estuvieran luchando contra una fuerza sobrenatural que no podía explicarse solo con la física o las habilidades mágicas conocidas.
Kaizen sentía como si el Ojo de la Tormenta en su mano se hubiera vuelto más pesado, pero tenía un plan y no podía fracasar. Con eso en mente, se movió hacia Lucia.
La macabra niña notó el avance de Kaizen y le lanzó un rayo negro en su dirección con un solo círculo mágico, pero él logró esquivarlo y se acercó aún más, tratando de atacarla con su espada. Pero la niña era ágil y esquivó.
Sin embargo, el verdadero objetivo de Kaizen no era golpearla en primer lugar. Su voluntad era solo distraerla.