—Hoy, todas las bestias son tuyas ya que he terminado mi misión —respondió Rio, revolviendo su sedoso cabello.
Helia estaba durmiendo en su tienda y la pareja estaba sentada afuera una al lado de la otra en el suelo cubierto por una manta púrpura.
La belleza de cabello magenta asintió mientras irradiaba alegría por haberse vuelto más fuerte que sus compañeros. No pensó que sería capaz de subir de nivel en un día para alcanzar casi el pico del estado negro, estaba agradeciendo a Lia en su corazón ya que esta fue toda su idea, puesto que Helia no quería venir a este lugar.
Nyla también estaba encantada porque consiguió conocer a Lia y Helia después de casi morir una vez, ya que cambió completamente su vida tormentosa por una dichosa con la que siempre soñó.
La belleza de cabello magenta tenía a su Rio a su lado y como su esposo, también tenía dos amorosas hermanas y, además, se estaba fortaleciendo gracias a ellas.