A diferencia de los dos oponentes anteriores contra los que había luchado antes, Mariella no perdió tiempo en empezar el combate.
Cargando hacia Valyr a gran velocidad, la joven balanceó su espada mientras un tenue brillo púrpura brillaba en su superficie.
Aunque Valyr estaba un poco sorprendido de que Mariella fuera increíblemente directa, eso no impidió que el hombre respondiera a cambio.
—¡Zumbido!
Con un movimiento rápido, Valyr desenvainó la lanza en su espalda antes de encontrarse con la hoja de la chica en plena colisión.
—¡Bang!
Viendo la trayectoria de la espada cortada por su lanza, una tenue sonrisa apareció en su rostro mientras pensaba que bloquear su ataque parecía bastante sencillo.
Sin embargo, esos pensamientos no duraron mucho, ya que los ojos púrpuras de la joven comenzaron a brillar un púrpura oscuro, haciendo que la fuerza detrás de la espada aumentara diez veces.
—¡?
—¡Thud!