Asher asintió, su barbilla rozando la parte superior de la de ella—. Nuestros cuerpos... están respondiendo o llamándose el uno al otro. En los viejos tiempos, solía llamarse instintos primarios. Pero hoy en día... se llama tensión sexual.
—¿¿S-Sexual?? —Ceti se tomó un momento para digerir sus palabras. ¿Tensión sexual e instintos primarios? Nunca había oído hablar de tal cosa, al menos no en este contexto, ni lo había experimentado antes.
—E-Eso no puede ser… Solo estás fanfarroneando… —Ceti no quería creer que su cuerpo estuviera "llamando" al de él. ¡Eso era absurdo!
Asher soltó una risita, la vibración de esta resonando a través de su pecho—. ¿Has oído hablar de feromonas? —preguntó, con los ojos brillando maliciosamente en la tenue luz.
—¿Fero-qué? —Ceti respondió, frunciendo el ceño. Estaba bien versada en el arte de la guerra, conocía cada arma y estrategia de combate como la palma de su mano, pero esto... esto era territorio desconocido.