Como se habría esperado, a los dioses y diosas reunidos en la asamblea les llevó un tiempo someter a Ares.
A diferencia de cuando luchó contra Abadón, los poderes que usó el dios de la guerra eran más llamativos en cuanto a habilidad.
En lugar de simplemente confiar en su cuerpo y conocimiento solamente, Ares convocó a una legión de guerreros muertos caídos en batalla y lideró a su ejército para asolar a los dioses.
Pero en ese momento, Zeus miraba fijamente a su hijo, quien parecía casi feral por naturaleza.
—Ares gritaba una gran cantidad de obscenidades a su padre desde debajo de una red dorada resplandeciente, al parecer sin mostrar señales alguna de calmarse.
El resto de su ejército ya había sido devuelto al descanso por los dioses de la muerte reunidos, dejándolo solo una vez más.