Al entrar al ascensor, Asher sacó un artefacto tipo tarjeta. Al llegar a su piso, notó un paquete cerca de la entrada.
Lo recogió y utilizó su pulsera de identificación para acceder, llegando a su sala de estar.
Dentro de la caja, Asher descubrió un vial opaco. Al abrirlo, reveló unas gotas de sangre. Este vial era algo que Asher le había dado a Gavin, ya que estaba diseñado para preservar el líquido en su interior.
Poniendo la tarjeta sobre la mesa, Asher vertió la sangre sobre la joya roja de la tarjeta, la cual comenzó a brillar. Sosteniendo la tarjeta, Asher visualizó los efectos que quería imponer al dueño de la sangre.
Una marca apareció justo debajo de la primera, y Asher la examinó con ojos indiferentes.