Valery miró a Carlos sellado mientras jadeaba fuertemente. Sabía que Carlos aún estaba vivo y que pronto se liberaría de su encierro.
Tras saber que no sería capaz de matar a Carlos, Valery decidió usar todo su poder para sellarlo por algún tiempo y así poder escapar de allí.
Se volteó y vio a Evan que estaba a unos cien metros de distancia.
El rostro de Valery estaba pálido y un leve hilo de sangre salía de la esquina de su boca.
Usó toda su fuerza y corrió hacia Evan.
—No podrá salir durante aproximadamente un minuto, salgamos de aquí —Valery dijo rápidamente al acercarse a Evan y ambos corrieron hacia la salida.
Evan echó un vistazo a Valery y vio que su rostro estaba pálido y su cuerpo temblaba mientras corrían.
Él la hubiera ayudado pero su propio cuerpo también estaba en mal estado después de haber usado refuerzo de maná antes, así que no podía hacer nada al respecto.
RUGIDO-!!
No habían corrido ni cincuenta metros cuando de repente oyeron un rugido de bestia.