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Entonces, cuando la luz roja parecía alejarse cada vez más de él, de repente desapareció como si nunca hubiera estado allí en primer lugar.
—¿Dónde está? Mierda —gritó Aiden, dándose cuenta de que la luz roja no se veía por ningún lado.
—No me digas que esto fue otro truco —murmuró Aiden, pensando que todo esto debió haber sido otra ilusión o algo por el estilo.
Luego, comenzó a mirar a su alrededor en busca de esa luz roja, y cuando miró hacia atrás la vio una vez más.
Sin embargo, había una gran diferencia en comparación con antes. Antes era mucho más evidente, como si quisiera ser notada, y lo otro importante es que parecía mucho más cerca que antes.
De hecho, a medida que Aiden se acercaba, estaba cada vez más y más cerca de él.
«Debo haber roto la ilusión de alguna manera», pensó Aiden, mientras usaba el resto de su energía para volar hacia arriba lo más rápido que podía.