Al día siguiente, Geo regresó a la base de Rain, y esta vez con noticias aún más inquietantes. Informó a Rain y sus esposas que un grupo de monstruos había aparecido de repente en las tierras de la gente bestia, y para asombro de todos, las criaturas terminaron matándose a sí mismas.
—Supongo que sus llamados aliados ya los traicionaron —dijo Terra, y luego se dio cuenta de algo—. No, espera…
—¿Qué hizo esta vez la gente bestia? —preguntó Seara.
—... Nada —dijo Geo después de tragar saliva—. Parecía que lo estaban esperando.
El aparente deseo de la gente bestia por tener mazmorras en su territorio generó preocupaciones entre Rain y su grupo. Reconocieron que las mazmorras podrían servir a un doble propósito para la gente bestia: podrían ser utilizadas para aumentar su propia fuerza luchando, o potencialmente, podrían aprovechar a los monstruos dentro para lanzar ataques al territorio humano. Esta realización dejó a Rain con un pensamiento preocupante.