—Mi hijo ha estado en casa desde hace dos días, pero ha estado ocupado reuniéndose con amigos, jugando al baloncesto y saliendo a cenar. No ha comido ni una vez en casa —comentó Jacqueline—. Su padre está en el trabajo, así que solo estamos nosotras dos otra vez.
Jonathan murmuró un reconocimiento, concentrándose en su comida.
Jacqueline continuó, con voz preocupada —¿No es un poco precipitado partir mañana? Tu tío está libre los próximos dos días. Empieza sus vacaciones mañana. Él podría llevarte a inscribirte, mejor que en autobuses llenos de gente... .
—Mañana. Quiero llegar temprano, visitar a un amigo hospitalizado primero —dijo Jonathan.
—Ay, ¿qué le pasó?
—Hubo un incendio en su casa. Sufrió quemaduras y tuvieron que amputarle. El incidente del fuego estuvo en las noticias locales hace un par de semanas.
Jacqueline hizo una pausa, su rostro lleno de simpatía —Entonces debes verlo.
—¿Algún plan para la universidad?