—¿Cuál es tu idea? —Torak entrecerró los ojos, no le gustaba esto ya que podía adivinar lo que su compañera estaba pensando en ese momento.
—Mi sangre podría lastimar al niño... tal vez, ¿podría curarlo...? —dijo Raine con vacilación.
—El niño murió cuando lo tocaste. —dijo Torak con objetividad.
Al escuchar esto, el rostro de Raine se volvió desagradable. Torak tenía razón, ¿qué pasaría si lo mismo sucediera cuando ella tocara a Calleb?
—¿Qué debemos hacer...? —Raine se sintió sofocada al pensar que podría perder a Calleb. Él era como un hermano para ella. —Torak... ¿Qué debemos hacer? —repitió sus palabras, pero Torak tampoco tenía la respuesta.
La magia oscura era algo complicado, no toda bruja podía entender eso. La bruja que estaba ante sus ojos era un ejemplo. Tenía tanto miedo de enfrentarse a la magia oscura, aunque ella misma era una bruja.