—Hem'ran giró y batió sus alas con vigor. Tenía que conseguir tantos demonios como pudiese. El mago oscuro no era fácil de manejar y no sabía hasta qué punto la magia de la princesa de las hadas había empezado a funcionar. Las ráfagas de viento provenientes de detrás significaban que los otros habían entrado en la cueva. Se apresuró en conseguir refuerzos.