—Sí... ¿pueden decirles que ocurrió algo urgente y no puedo unirme a ellos? —Ran Xueyi hablaba calladamente por teléfono—. No... todo está bien aquí. Solo quiero pasar más tiempo con mi familia. Eso es todo... Gracias, Adelle. Hablemos mañana.
Colgó y miró hacia el sofá en forma de L donde Song Yu Han estaba acunando al Pequeño Zhanzhan en sus brazos.
Se sentó junto a ellos y extendió la mano hacia el Pequeño Zhanzhan —Debes estar agotado. Permíteme abrazarlo.
—No estoy cansado. Ni siquiera hice mucho. La que debería estar cansada eres tú.
Ran Xueyi negó con la cabeza —Persiguí mis sueños y olvidé mirar a mi alrededor. Ni siquiera estuve al lado de nuestro hijo cuando más lo necesitaba. Debe haberle dolido tanto cuando yo estaba trabajando y él se quedaba en casa.