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Si Jia Li supiera lo que significa practicar sexo oral, habría preferido equivocarse con su proyecto o pedir al Abuelo Fu que la ayudara a encontrar un entrenador, antes que acceder a algo de lo que no tenía ni idea.
Como Jia Li no dijo nada, Fu Hua lo tomó como un entendimiento tácito. No importaba si sabía a qué se refería o no. Para él, su silencio era un acuerdo.
Dado que Fu Hua estaba de buen humor, Jia Li sintió que era el momento oportuno para sacar el tema de acompañar a Fu Meixu a su fiesta de fin de rodaje.
—Fu Hua, por favor, tengo una petición que hacerte —dijo Jia Li en un tono cortés.
Fu Hua dejó lo que estaba haciendo y clavó su mirada en ella.
—¿Qué petición tienes? —preguntó Fu Hua.
—¿Puedo acompañar a Meixu a su fiesta de fin de rodaje? —preguntó Jia Li después de armarse de valor.
—¿Esa era la razón por la cual ustedes dos estaban hablando a mis espaldas? —preguntó Fu Hua, recordando la escena de más temprano.