Autor: Reescribiendo este capítulo. No noté la repetición del capítulo anterior.
Con una leve inclinación, preguntó —Tienes bastante carácter. Si no fuera así, por más interesante que fueras, habrías asistido a la fiesta en el lago de los huesos. Así que dime. ¿Por qué crees que no eres una chica fuerte? ¿Son las lágrimas? —dijo, alzando su mano para atrapar una de las lágrimas que se había quedado en sus pestañas inferiores.
—Las lágrimas no demuestran que seas débil. Las lágrimas no pueden determinar si la persona es fuerte o débil. Eso es completamente ridículo. Déjame decirte algo —dijo, inclinándose hacia adelante, sopló aire sobre su frente haciendo que ella cerrara los ojos por la manera en que intentaba consolarla. El líquido que había aplicado unos momentos antes todavía estaba secándose, con el aliento de él su piel se sentía fría—. Cuando yo era un niño pequeño, lloraba mucho.