—Esta mujer tuya, ¿cómo la ves? —Yang Mujian inclinó la cabeza, su rostro fingiendo una mirada de serenidad.
Yang Feng sabía que la conversación se dirigiría directamente a este tema. —Mi futura esposa. —respondió sin esfuerzo.
Al oír sus palabras, Yang Mujian arqueó una ceja, altamente intrigado de que su nieto hubiera pensado tan a futuro. Nunca habían discutido el tema del matrimonio juntos, aunque sí hubo conversaciones sobre por qué había permanecido soltero durante tanto tiempo. La razón que Yang Feng siempre daba era que no necesitaba distracciones en su vida, pero parece que este nieto suyo era un hipócrita.
Las fuentes de Yang Mujian le habían informado que había sido el propio Yang Feng quien había perseguido a la chica. Yang Feng declaraba que no quería una novia, porque era demasiado distracción, pero terminó corriendo tras esa misma cosa.
—¿Por qué? —preguntó Yang Mujian.
—La finalidad de salir con alguien es casarse. —respondió él.