—Me alegra que podamos asistir al Ritual de Marcado de tu amigo —murmuró telepáticamente Jayra mientras su convoy entraba en la Manada de Garra Negra.
—Era una celebración tan grandiosa, viendo las decoraciones pegadas en las carreteras en el momento en que entraron en el territorio de Gedeón. Además, la cálida bienvenida de los miembros de la manada de Gedeón para el Ritual de Marcado de su Alfa fue tan abrumadora que casi le recordó su propio Ritual de Marcado cuando ocurrió en el territorio de Bartos.
—Mirando a su alrededor, Jayra no pudo evitar mantener la hermosa sonrisa en su rostro al recordar su propia marcación. Simplemente se sentía como si estuviera retrocediendo en el tiempo a aquellos días de celebración.
—Bueno, es algo bueno que pasaremos por el territorio de Gedeón de camino a la frontera de todos modos —comentó Bartos mientras se detuvieron en la entrada principal de la Mansión Everett.