Qin Muran fue manipulada con éxito por las palabras de Xi Yaohua.
—Hermano Hua tiene razón. Papá abandonó a mamá en cuanto se metió en problemas. Si me pasara algo así, es muy probable que papá también me abandone. En ese caso, también perderé mi derecho a heredar la mitad de la Corporación Qin. ¿Cómo voy a prosperar en la familia de Hermano Hua entonces? Si pierdo el apoyo de la Corporación Qin, ¿no perderé también mi estatus como hija de la Corporación Qin? No, ¡esto no puede ser! ¡No puedo dejar que esto suceda! —Cuando Xi Yaohua vio que Qin Muran se perdió en sus pensamientos, supo que sus palabras habían hecho efecto. Sin embargo, lo que él no sabía era que, además de pensar en su estatus dentro de la familia Qin, Qin Muran también pensaba en su propia incapacidad.