—Todos podían escuchar el sarcasmo en la voz de Han Jun, incluyendo a Yang Lin —dijo él.
—Su rostro se puso pálido en un momento y rojo al siguiente mientras se mordía el labio y sus ojos se tornaron brumosos —comentó ella.
—Lo fulminó con la mirada a Han Jun con enojo y se dio la vuelta para irse —narró el autor.
—La clase cuatro había estado observando sus movimientos. Una de las chicas llamada Xu Yue agarró el cuello de Yang Lin y la jaló de vuelta —continuó narrando—. "¿A dónde vas? ¿No dijiste que querías que Qin Yan se arrodillara?" Xu Yue sonreía. "Ella está aquí. ¿Por qué te escondes en lugar de eso? Eso no está bien."
—Los ojos de Yang Lin se abrieron de par en par, y apretó los labios con fuerza —dijo con frustración—. Qin Yan dio un toquecito en la Lista del boletín ligeramente, "¿Ves eso? Si estás dispuesta a apostar, debes admitir la derrota. Rápido, reverénciame y jura que nunca me molestarás de nuevo."