La Anciana Madam Yu frunció el ceño en confusión. Entró cautelosamente al baño, esperando encontrar a alguien dentro, pero estaba vacío.
—¿Dónde se ha ido? —murmuró para sí misma, sintiendo cómo la inquietud se apoderaba de ella.
Justo entonces, notó un pedazo de papel en el lavabo. La Anciana Madam Yu lo recogió y leyó la nota apresuradamente escrita en él:
—Abuela,
Me llevo a mamá conmigo. Lo siento, pero no podemos quedarnos más tiempo. Por favor cuida de Yu Mei.
Con amor, Yu Sile
Los ojos de la Anciana Madam Yu se abrieron de par en par al leer la nota.
No podía creer lo que estaba viendo.
Su nuera y su nieto se habían ido sin decir palabra, abandonando a Yu Mei en su momento de necesidad.
La ira hirvió dentro de la Anciana Madam Yu mientras arrugaba la nota en su mano.