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Su cabello fue transformado.
Ahora la raíz de su cabello se había vuelto negra, de hecho, era negro hasta su hombro, pero de sus hombros a su cintura su cabello era de color plata.
¡Dios! ¡Parece la Princesa Ivy!
Excepto que su cabello estaba dividido horizontalmente.
Yu Holea miró su reflejo y se dio cuenta de que su piel seguía siendo pálida pero todo su aura había cambiado.
Quizás fue por su cabello cambiado, pero Yu Holea no podía evitar sentir como si estuviera mirando a alguien más.
Tan ajeno.
Yu Holea contempló su reflejo, sus dedos trazando las delicadas características de sus mejillas.
El tenue rubor que adornaba su piel pálida parecía natural, como si un suave tono rosado hubiera florecido bajo la superficie.
A medida que continuaba observando su reflejo alterado, notó el cambio en su aura.
Había un cambio sutil pero palpable, una diferencia indefinible que la hacía sentir como si estuviera mirando a una persona completamente diferente.