—Pero esta vez Qiao Li actuó como si no la hubiera escuchado y dijo: «¿Quieres ir al Monasterio de Xing? De acuerdo, organizaré el envío allí. Es bueno que quieras arrepentirte de tu pecado.»
—Ding Xi negó con la cabeza y preguntó: «¿Qué pecado?»
—Pero de repente quedó atónita, ¿no estaba haciendo lo mismo con Yu Holea?
—Al ver la expresión de realización en la cara de Ding Xi, Qiao Li resopló.
—Sin embargo, contrario a su expectativa, Ding Xi dijo algo aún más insensato: «Holea, creo que definitivamente deberías ir al monasterio, no solo puedes arrepentirte de tu pecado sino también de mi...»
—No obstante, esta vez Yu Holea simplemente usó su energía mística para cerrarle la boca.
—Ella le preguntó a Qiao Li: «¿Ha dicho que fui yo quien la recomendó?»
—Qiao Li miró a Yu Holea y dijo: «Lea, fuiste tú quien llamaste y la recomendaste.»
—«¿Yo?» —Yu Holea estaba sorprendida y preguntó—. «¿Cuándo te llamé?»
—Qiao Li respondió: «Sí, hace justo 2 días.»