—... y esa es realmente toda la historia. Kamiko se veía preciosa en su vestido y Aslena quedó tercera. Parece que había un juez que la tenía tomada con ella por alguna razón. Bastante triste, y nunca llegué a saber quién era. Le daría un pedazo de mi mente a ese juez si pudiera —dijo Trigrath.
Kamiko negó con la cabeza antes de girarla bruscamente hacia las escaleras. Sus ojos parecían decirle a Kat que esa no era toda la historia, y que la compartiría más tarde. Kat estaba bastante contenta por poder obtener tanta información solo con esa mirada.
Kamiko tenía razón por supuesto. Karanth no dejó pasar nada a Aslena, y ciertamente no le iba a dar puntos por torturar a su hermana. Incluso se fue con el grupo, manteniendo su ilusión para colarse en la casa de la familia. No fue difícil, como amiga de Nira no activaba las alarmas de intrusos con solo entrar.